A 25 años de la inauguración de la obra de gas natural
Corrían los primeros días de agosto de 1993, más precisamente un lunes 2 de agosto, el entonces Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde; junto al intendente Marcelo Gear, dejaron inaugurada la obra de gas natural. Nuestro actual intendente Claudio Rossi, fue uno de los artífices, ya que en 1993 era Sobrestante (tiene a su cargo las tareas de sobrestante de obra quien deberá controlar en forma diaria los materiales, trabajos y actividades de la ejecución de las obras verificando que se realicen de acuerdo a planos, Pliego de Condiciones Generales y Particulares y especificaciones impartidas por la Dirección de Obra), a su vez contratado como profesional por la Clyfer.
25 Años después recordamos aquel trascendental momento, con notas realizadas a los protagonistas.
La llama se hace realidad. Inauguración con Duhalde
¡AL FIN TENEMOS EL GAS!
Corría 1983 y el advenimiento de la democracia era incontenible. En un momento donde el gobierno militar flaqueaba y llegaba a su máximo desprestigio, salió el gobernador Aguado con su propuesta de una obra integral de gas natural para la provincia. No prosperó. Por ese entonces aparecía una plataforma de gobierno impulsada con mucha fuerza por el ing. Pablo Marín. Este se encargaba de hacer conocerla, ciudad por ciudad, y dentro de lo que después fue conocido como “Plan Marín”, el gas era una de las prioridades. Hasta se recuerda la fuerza con que Marín salía al cruce defendiendo su boceto y criticando al de Aguado. Como era de esperar, una vez instaurado el dr. Alejandro Armendáriz en el poder bonaerense, imperó el proyecto del extrovertido ingeniero. A noventa días de haber asumido Marcelo Gear la intendencia concurrió acompañado por el ingeniero Biocca a reunirse con Marín muy cerca de aquí. El ya ministro de Obras Públicas, aseguraba que Pergamino en 1985 tendría gas y Rojas al año siguiente. Pero con la muerte tan imprevista como lamentada del funcionario, varios proyectos quedaron en el camino. Pero en 1986 a principio de año Gear se enteró que se iba a prolongar el gasoducto desde San Nicolás hasta Junín. Entonces propició y consiguió reuniones conjuntas con sus pares de Junín (Eduardo Miguel) y Chacabuco (Jorge Rodrigo) para gestionar la realización de la obra. Pronto llegaron las primeras respuestas: en junio llegaban a la municipalidad los planos domiciliarios y la red troncal confeccionados por Gas del Estado. La próxima semana se estará inaugurando la obra de gas con la presencia del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde.
Las vivencias de Rossi. La obra más trascendente
Tanto en su rol en el Concejo Deliberante como por haber tenido buena parte que ver en el asunto, los recuerdos del ingeniero Claudio Rossi son interesantes, como un aporte más en esta particular historia:
“Yo entré a Clyfer –ejecutora de la obra- un tiempo bastante antes que comenzara porque no había antecedentes de cómo se haría, con qué materiales, había que hacer los pliegos de una eventual licitación y recabar una serie de datos técnicos sobre la planimetría, topografía de Rojas y demás, para ir confeccionando documentación necesaria para licitación y posterior ejecución de la obra. Incluso hubo otra circunstancia: si se cobrara o no la cuota con el recibo de luz y demás, una dilación de tiempo que en aquel entonces fue imprevista, pero en realidad empecé a trabajar un año antes de que se comenzara”.
Fue en abril de 1991 cuya finalización estaba prevista para octubre de 1992; la red de distribución se terminó en esa época, no así las obras de infraestructura que sufrieron alguna modificación postergándose un par de meses más. En medio de todo esto hubo un montón de circunstancias y transformaciones de Gas del Estado, que tenía el monopolio y también incidió en cierta forma en el desarrollo de esta obra. “La cantidad de metros tendidos en Rojas fue alrededor de 86.000 para 4.200 servicios que, en realidad son para más usuarios pero como a los terrenos no se les dio servicio, el gas cubre unas 5.146 parcelas”, recuerda Rossi, ampliando que también “hay alrededor de 8.000 metros de obras de infraestructura; todo lo que se hace con acero para servir de sostén a la red de distribución y para los ramales industriales que también sufrieron alguna modificación porque, cuando esto arrancó, había una firma comercial que cambió de nombre y no quiso hacer las obras pero sí las quisieron hacer Marcod y Almar, por lo que se transformaron los proyectos y con el mismo dinero y la misma cantidad de metros se logró no perder el crédito que estaba disponible y pasarlo a otro sector de la ciudad”.
¿Qué significa para Rossi esta obra?
“Indudablemente, es la más trascendente de los últimos tiempos en nuestra ciudad. Cuando se comenzó a recopilar información sobre los antecedentes, posibilidades de ejecución, en ese entonces yo estaba en la municipalidad y recuerdo que había apuntes de 1960, donde el país era otro y había una posibilidad mucha más real y concreta de hacer este tipos de obras que cuestan mucho dinero. A partir de ese entonces pasaron muchos gobiernos, de todo tipo, siempre hubo proyectos, ideas, pero la realidad concreta es que en este último gobierno se tomó la decisión firme, se buscaron los mecanismos y se avanzó en la posibilidad de la concreción real de la obra. Y así sucedió. Creo que ya fi8nalizada, sus resultados son satisfactorios, que ya se puede inaugurar la obra que la considero de muy buena calidad. En aquel entonces estaba la discusión si iba hacer en polietileno o acero, creo que se tomó la decisión acertada de hacerlo con el material que se hizo; en la tecnología que se usa en el mundo, mucho más barata, segura, rápida de colocar, de muy fácil ampliación con una tecnología muy maneable. Si bien se demoró un poco más y la gente debió hacer el esfuerzo de pagar el crédito que permitió realizar la obra, en pocos meses la mayoría de los rojenses se olvidarán del cilindro, de quedarse con la garrafa vacía en el momento que más la necesita y poder disponer de un servicio mucho más confortable y que hace a la comodidad y a la calidad de vida de todos”.
Reflexiona Santiago Biocca. “Es un despegue”
Trabajó para ver concretada la obra de 1984 o antes. Se entusiasmó cuando lo convocó Marcelo Patricio Gear para que se ocupara la parte Gas en la Municipalidad, dado que el ingeniero Claudio Rossi pasó a Clyfer. Corrían 1988: “Me llamó Marcelo y me pidió que me dedicará exclusivamente a la obra de gas, para llevar adelante toda la tramitación con Deba. Para formalizar el contrato. Recuerda. Eso requirió idas y venidas a La Plata, reuniones en Pehuajó, Bolívar y las otras localidades (eran 8) que estaban en el plan provincial de Gas “En ese interín pasaron muchas cosas y pasaron muchas notas…. Muchas renegociaciones; inflaciones, la ley de convertibilidad, todo; pero por suerte llegamos a la fase final de la obra”.
“Es una obra importante, pero todas lo son; como es importante la de agua potable, energía; son obras que hacen a los servicios de una comunidad, a la obra de infraestructura; son obras que hacen posibles la radicación de nuevas industrias. Es un despegue. Y es la obra que mejora la calidad de vida de todos sus habitantes. Porque no nos olvidemos que no sólo vamos a contar con gas natural para alimentar la cocina, sino también la calefacción; vamos a sustituir lo engorroso que es manipular leña, querosene, en fin, es mejorar la calidad de vida”.
Marcelo Gear, senador
Insoslayable la mención del hoy senador Marcelo Gear pues, ya antes de haber llegado a la intendencia incluyó en su plataforma de gobierno el avisoramiento de la obra que, luego fue modelando a fuerza de trámites, gestiones, viajes y expedientes de nunca acabar que, tuvieron su premio cuando un soleado mediodía los picos empezaron a obturar las veredas frente a plaza Rivadavia iniciando la realidad del tendido de la red distribuidora domiciliaria.
Gustavo Vignali, intendente
Y de satisfacciones se trata, la del actual titular del ejecutivo municipal ha de pasar por lo incomparable: en una semana donde las obras urbanas han invadido barrios de la planta urbana y de las perspectivas de muchas otras que vienen con real asidero, este joven intendente habrá de estar, al fin, disfrutando las mieles de la cosa realizada, esa incomparable dicha de la tarea cumplida, propia de una autoridad elegida por el pueblo que responde con hechos a la expectativa comunitaria. Y, decir que será uno de los que el martes desatará las cintas para dejar inaugurado el servicio de gas natural, es como ponerle un timbre de honor a su corta pero fructífera labor como intendente del partido. Gustavo se lo merece.